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GASTRONOMÍA Y MODA

Arantxa Vidal

Seguro que más de una vez habéis escuchado la expresión: “Sale más barato comprarte un vestido, que invitarte a comer”. Y es que, con los años, esta frase ha cobrado cada día más sentido.

¿Cuántas veces nos hemos desplazado al escaparate de Tiffany, en plena 5th Ave, o tal vez al restaurante neoyorquino Katz’s, conocido internacionalmente por la famosa escena de la película ‘Cuando Harry encontró a Sally’ (1989)? El mundo de la moda y la gastronomía siempre han estado vinculados.

A todos nos gusta saborear cada bocado, tener experiencias únicas en cada restaurante, que nos hagan sentir especiales y degustar el producto casi en origen, sin artificios. Algo muy similar ocurre con la moda: cada vez el lujo en la moda se acerca más a la comodidad, a los tejidos naturales, a lo reciclado, al origen...

Recorremos kilómetros hasta llegar a la flor de loto y conseguir sus fibras para fabricar tejidos únicos y exclusivos, como hasta este momento ha conseguido hacer Loro Piana. De ahí pasaríamos por conocer el origen de la chaqueta de Chanel, que diseñó Gabriele Chanel, quién había marcado una constante evolución en el vestuario femenino: “Me preocupó mucho por las mujeres y quería vestirlas con ropa que las hiciera sentir cómodas pero que aún enfatizaran la feminidad”, dijo Coco Chanel. Esta icónica chaqueta consiguió cambiar la forma de pensar sobre la moda de toda una época.

Algo similar sucedió con Paul Bocuse, que consiguió ser el mejor chef francés del siglo XX fundador e impulsor de la nouvelle cuisine. Su cocina natural ya por los años 60, en combinación con la dietética, le hizo conseguir tres estrellas Michelín.

Ambos son atemporales y a día de hoy se siguen reinterpretando tanto las chaquetas de Gabriele Chanel, confeccionadas en la Rue Cambon 31, como la famosa sopa que realizó Paul Bocuse para el famoso presidente de la República Francesa Giscard d’Estaing, a la que denominó “sopa del presidente”. A día de hoy sigue siendo plato de grandes restaurantes, como Hortensio del Chef Mario Valles, recientemente trasladado al gran hotel Meliá Fénix, donde ya está recibiendo grandes elogios. Y es que Mario viene de la cocina clásica de Le cinq en París y eso tiene mucho peso.

Si pusiéramos Moda y Gastronomía en una balanza, no sé cuál de las dos ganaría. Posiblemente la gastronomía por esa similitud tan apasionante que tiene con la moda.

La presentación de un plato, la elección de la vajilla, la combinación de los colores de los ingredientes, el producto de temporada como protagonista, las superposiciones, las diferentes texturas... Todo ello es sin duda lo más parecido a preparar una colección de moda.

Y después llega esa explosión de sabores que te hace viajar a lugares insospechados. Alguno de ellos son efímeros y rápidamente pasan de moda, por el lugar, el chef, el servicio... Pero otros platos pasan décadas y siguen estando de plena actualidad, como ya hemos comentado. Lo podríamos comparar al 2.5 de Chanel o a las Cary Grant de Oliver Peoples, que son piezas únicas e increíbles que pueden pasar generación tras generación y nunca pasarán de moda.

En gastronomía, tenemos la suerte además de hacer disfrutar a la inmensa mayoría de nuestros sentidos y es por eso que me quedaría con la Gastronomía.

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